Noche de Paz, Noche de Amor
Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres (San Lucas 2:13, 14).
La celebración de las fiestas de Navidad se presentaba muy problemática allá por el año 1818 para la pequeña población Zalzburguesa de Obendorf, en Austria: el órgano, el viejo órgano de la iglesia no entregaba sonido alguno. Las partes que hacían falta para repararlo no habían llegado y la Navidad ya estaba encima. José Mohr, a cuyo cargo estaba la iglesia, mientras consideraba el problema con el organista, Francisco Gruber, de pronto se sintió inspirado. Se sentó a su escritorio y línea tras línea al cabo de pocos minutos, terminaba una composición que habría de compartir con Gruber. Se titulaba NOCHE DE PAZ.
Gruber leyó aquellos versos sencillos pero profundamente sinceros, y tomando una guitarra, único instrumento que tenía a mano, comienza a ensayar las diferentes posiciones para que dicha composición pudiera cantarse. Uno tras otro los acordes fueron surgiendo dulces y armoniosos. Y así fue como nació en aquella pequeña población austriaca, un himno que por su belleza, por su intensidad, por su limpio sentimiento cristiano, y por la inspirada armonía de su música, ha recorrido el mundo hallando en todo lugar el camino al corazón de quienes lo cantan y de quienes lo escuchan.
Hoy, dos siglos después de sus natales, sigue siendo el himno predilecto de la Nochebuena y de la Navidad. Una de las traducciones más populares dice así:
Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor. Entre los astros que esparcen su luz bella, anunciando al niñito Jesús, brilla la estrella de paz, brilla la estrella de paz. Noche de paz, noche de amor. Oye humilde, fiel pastor: coros celestes proclaman salud, gracias y glorias en gran plenitud, por nuestro buen Redentor, por nuestro buen Redentor. Noche de paz, noche de amor. Ved qué bello resplandor luce en el rostro del niño Jesús, en el pesebre, del mundo la Luz; astro de eterno fulgor, astro de eterno fulgor.